DA LEONFORTE A PARANÁ

I miei trisnonni arrivarono in Paraná nel 1910. Angelo Cottonaro nacque a Leonforte, Enna, e sposò Basilia Dottore, nata a Caltanissetta. Si sposarono a Leonforte nel 1906, dove ebbero 2 figli, Carmelo e Serafina (arrivati in Paraná all'età di nove mesi).

Qui hanno avuto altri 6 figli (Antonio, Salvador, María Antonia, José, Nunzio e Catalina). Si ricorda che lavoravano nell'orto della loro casa, situata in Vía Panamá nella nostra città, vendevano verdura e carbone e allevavano lumache da mangiare. Basilia si alzava molto presto per cucinare per la sua famiglia nel forno di argilla. Il mio bisnonno, il quarto figlio, Salvador Cottonaro (Lolo) è nato a Paraná nel 1913. Ha lavorato nella compagnia telefonica, quindi ha vissuto in diverse città argentine, tra cui Tucumán, dove ha incontrato Blanca, la mia bisnonna. Una delle sue figlie, nacque a Mendoza, dove mia nonna Pirucha (Emilia) è nata nel 1945. Si stabilirono infine a Paraná, dove nacque la loro figlia più giovane, e trascorsero il resto della loro vita. Salvatore acquistò una parte del terreno situato in Calle México da suo padre, così come molti dei suoi fratelli. Vivendo nelle vicinanze, ricordavano una classica famiglia italiana, poiché condividevano molti momenti insieme. Mio padre Marcelo riconosce di aver avuto in eredità molteplice usanze dal suo amato nonno Lolo, che ricorda come un uomo semplice, che amava il fiume, la pesca e la caccia. Era un fan di la squadra di Newell's Old Boys, quindi ascoltava le partite sulla sua sedia sulle rive del Paraná. Melisa Wilson Membro del Gruppo Giovani dell'Associazione Famiglie Siciliane del Paraná Le informazioni sono ottenute da un'indagine condotta nell'ambito di un lavoro universitario da mio zio, Cristian Wilson.

DESDE LEONFORTE A PARANÁ

Mis tatarabuelos llegaron a Paraná en 1910. Ángelo Cottonaro nació en Leonforte, Enna, quien se casó con Basilia Dottore, nacida en Caltanissetta. Se casaron en Leonforte en 1906, donde tuvieron 2 hijos, Carmelo y Serafina (que llegó a Paraná con nueve meses de edad). Aquí tuvieron 6 hijos más (Antonio, Salvador, María Antonia, José, Nuncio y Catalina). Se recuerda que trabajaban en la huerta de su hogar, ubicada en calle Panamá de nuestra ciudad, vendían verduras y carbón y criaban caracoles para comer. Basilia se levantaba muy temprano para cocinar para su familia en el horno de barro. Mi bisabuelo, el cuarto hijo, Salvador Cottonaro (Lolo) nació en Paraná en 1913. Trabajaba en la Compañía de teléfono, por lo que vivió en varias ciudades argentinas, entre ellas Tucumán, en donde conoció a Blanca, mi bisabuela y nació una de sus hijas, también en Mendoza, donde nació mi abuela Pirucha (Emilia) en 1945. Finalmente se establecieron en Paraná, en donde nació su hija más pequeña, y pasaron el resto de su historia. Salvador le compró a su padre una parte del terreno ubicado en calle México, al igual que hicieron varios de sus hermanos. Al vivir cerca, reflejaban una clásica familia italiana, ya que compartían muchos momentos juntos. Mi padre Marcelo, reconoce que ha legado múltiples costumbres de su querido abuelo Lolo, a quien recuerda como un hombre simple, que disfrutaba del río, de pescar y de cazar. Era hincha de Newell´s, por lo que escuchaba los partidos en su sillón a orillas del Paraná. Melisa Wilson Miembro del Grupo de Jóvenes de la Asociación de Familias Sicilianas de Paraná La Información está obtenida de una investigación realizada en el marco de un trabajo universitario de mi tío, Cristian Wilson.