Il Presidente dell’Argentina Alberto Fernandez (foto accanto), nomina il nuovo ambasciatore che rappresenterà la Repubblica Argentina in Italia. Riportiamo qui di seguito

l’inte4rvista di Edda Cinarelli al nuovo ambasciatore. All’intervista originale, segue la traduzione in italiano per chi non conosce lo spagnolo. Buona lettura.

19 noviembre, 2020

Felicitaciones por su nombramiento. Con sus 39 años es el embajador más joven de la diplomacia argentina ¿Su designación fue una sorpresa o se la esperaba?

– ¡Muchas gracias! No tenía ese dato. Durante mucho tiempo me tocó ser el más joven en diversos ámbitos. Lamentablemente eso sucede cada vez con menor frecuencia. Como suele ocurrir en estos casos, había algunos rumores y conversaciones. He vivido varios años en Italia y me generó mucha ilusión la posibilidad de representar a la Argentina en un país con el que tenemos tantos lazos. Es un gran honor que el Presidente haya confiado en mí para esta importante tarea.

– Luego del encuentro entre el Presidente Alberto Fernández y el primer ministro italiano Giuseppe Conte, en enero pasado, las relaciones entre Italia y Argentina son muy cercanas. ¿En que ámbito desea trabajar o reforzarlas?

– La relación bilateral necesita ser impulsada en todos los ámbitos. Sin duda, la promoción comercial es prioritaria, no digo ninguna novedad: nuestro país necesita incrementar sus exportaciones. Para ello me he propuesto ser embajador de las veinticuatro provincias argentinas, a las que quiero vincular con las veinte regiones italianas para promover el intercambio comercial. En estos tres meses que han transcurrido desde que se me ofreció el cargo, hemos elaborado con mis colaboradores un programa de gestión que comprende todas las áreas, además de la económica y comercial: la promoción cultural, turística, la cooperación internacional –en particular en educación, ciencia, tecnología y desarrollo institucional

– así como cuestiones de derechos humanos de importancia para ambos países. En todas estas áreas trabajaremos junto con los ministerios nacionales y provinciales. –Usted instituyó la Fundación Laudato Si. ¿Como cree que los dos países puedan cooperar en función del medio ambiente y el mejoramiento de la calidad de vida?

– Los dos mayores desafíos de nuestro tiempo son las desigualdades –económicas, sociales, de género– y el cambio climático. Respecto de lo segundo, tanto Argentina como Italia, Estados Partes del Acuerdo de París, se han comprometido con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. El desafío para nuestro país es prepararse para una transición ecológica. Es importante observar lo que está haciendo la Unión Europea al respecto, en particular en materia de transición energética, que es también uno de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de las Naciones Unidas. Para esto es fundamental que la cooperación internacional facilite la transferencia de saberes y tecnología para que podamos producir y transportarnos de manera sustentable.

– ¿Como se vincula la pandemia del coronavirus con el deterioro del medio ambiente? ¿Qué consecuencia podría tener a futuro?

– Los especialistas sostienen que hay una relación entre la degradación ambiental y el avance de las enfermedades zoonóticas. Parece estar fuera de duda que el cambio climático y la destrucción de la biodiversidad –entre otros factores– favorecen la migración de diferentes patógenos. Pero, como sostiene el Papa Francisco, el planeta atraviesa una crisis que es ecológica y también social. Estas dos dimensiones son inescindibles. Y la pandemia también se vincula con lo social. Es improbable que este virus se hubiera propagado como lo hizo si no fuera por el hacinamiento urbano y el deterioro de los sistemas de salud. Me pregunta por el futuro y, sinceramente, que lo tengamos depende de que se tome conciencia del cambio climático y de sus consecuencias, que son observables desde hace ya muchos años: desertificación de los suelos, sequías e inundaciones, entre otros fenómenos que impactan directamente en la producción de alimentos. Como siempre, esas consecuencias golpearán con más fuerza a las poblaciones vulnerables. Esto ya está ocurriendo: en el mundo hay más de cincuenta millones de migrantes forzados por el cambio climático y por la inseguridad alimentaria que provoca. El momento de actuar es ahora.

-¿Cómo es su relación con el Papa Bergoglio?

– Es mi amigo. Ha estado cerca de mí en momentos muy importantes de mi vida y siempre he contado con su consejo y apoyo. Es un referente. Pero lo importante es qué representa Francisco para el mundo. Es sin dudas un referente moral para toda la humanidad. Muchos líderes mundiales lo han comprendido, otros no. Creo que los argentinos lo hemos maltratado, en nuestro afán de interpretar todo lo que hace o dice a la luz de cuestiones locales o intereses pequeños. Está realizando una gran transformación en la Iglesia, ha iniciado un proceso que pronto será irreversible. Como dice él, el tiempo es superior al espacio. Creo que este es un principio fundamental para el obrar cristiano: sembrar sin saber si seremos nosotros los que recogeremos los frutos de nuestra siembra.

-Un sacerdote amigo y muy conocido, ya fallecido, Don Gallo, me había dicho que los papas anteriores no seguían los pasos del Concilio Vaticano II. ¿Cree que el Papa Francisco los sigue?

– No sé si tengo la autoridad para responder esta pregunta. Respondo como católico. No creo que esa sea una afirmación justa. Tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI fueron hijos del Concilio Vaticano II. Pero, desde luego, cada pontificado lo ha interpretado a su modo, sin por ello apartarse de la doctrina. El de Francisco es, sin duda alguna, un pontificado transformador y con un marcado mensaje social que está en el centro de sus dos encíclicas.

Vuelve a Roma como embajador. ¿ Cuales son sus recuerdos romanos y sus expectativas?

– Roma en particular es una ciudad que quiero mucho y a la que, luego de doctorarme en Ferrara, regresé muchas veces por mi actividad académica. Tengo muchas expectativas con respecto a la misión que en breve asumiré. Como dije en la audiencia ante la Comisión de Acuerdos del Senado, creo que es tiempo de conjugar la relación bilateral en tiempo presente. Los fuertes lazos familiares, culturales, sociales, históricos que nos unen con Italia no deben ser motivo de quietud sino, por el contrario, deben impulsarnos a trabajar mucho para darle un nuevo impulso a nuestra relación. Argentina tiene una imagen que reconstruir, debe reposicionarse como actor relevante en la región, y para ello tiene que partir de sus fortalezas, como el reconocimiento internacional de nuestra política de derechos humanos y la riqueza de nuestra cultura.

Breve curriculum del embajador Roberto Carlés

Nació el 17 de septiembre de 1981, en el partido de Morón, provincia de Buenos Aires. Se recibió con diploma de honor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, tiene un doctorado en Derecho de la Università degli Studi di Ferrara y es doctor en Ciencias Penales por la Universidad de San Carlos de Guatemala. Es especialista en Derecho penal y Criminología. Presidió el Comité de Jóvenes Penalistas de la Asociación Internacional de Derecho Penal y fue asesor de la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y del Senado de la Nación. Hasta su designación como embajador se desempeñó como Secretario Letrado de la Procuración General de la Nación. Es Secretario de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología. Edda Cinarelli

INCONTRO CON IL GIURISTA ROBERTO CARLÉS (foto accanto), NUOVO AMBASCIATORE ARGENTINO A ROMA

Congratulazioni per la sua nomina. A 39 anni, è il più giovane ambasciatore della diplomazia argentina: la sua nomina è stata una sorpresa o era previsto?

- Molte grazie! Non avevo quell'informazione. Per molto tempo sono stato il più giovane in vari campi. Purtroppo ciò accade sempre meno frequentemente. Come spesso accade in questi casi, c'erano alcune voci e conversazioni. Vivo in Italia da diversi anni ed ero molto entusiasta della possibilità di rappresentare l'Argentina in un Paese con cui abbiamo tanti legami. È un grande onore che il Presidente si sia fidato di me per questo importante compito.

- Dopo l'incontro tra il presidente Alberto Fernández e il primo ministro italiano Giuseppe Conte, lo scorso gennaio, i rapporti tra Italia e Argentina sono molto stretti. In quale area vuoi applicarli o rafforzarli?

- La relazione bilaterale deve essere promossa in tutti i settori. Senza dubbio la promozione del commercio è una priorità, non dico niente di nuovo: il nostro Paese ha bisogno di aumentare le sue esportazioni. Per questo ho proposto di essere ambasciatore delle ventiquattro province argentine, che voglio collegare con le venti regioni italiane per favorire gli scambi commerciali. Nei tre mesi trascorsi da quando mi è stata offerta la carica, abbiamo sviluppato con i miei collaboratori un programma gestionale che comprende tutte le aree, oltre a quelle economiche e commerciali: promozione culturale e turistica, cooperazione internazionale - in particolare in istruzione, scienza, tecnologia e sviluppo istituzionale, nonché questioni relative ai diritti umani importanti per entrambi i paesi. In tutte queste aree lavoreremo insieme ai ministeri nazionali e provinciali.

–Hai istituito la Fondazione Laudato Si. Come pensi che i due paesi possano cooperare in termini di ambiente e miglioramento della qualità della vita?

- Le due maggiori sfide del nostro tempo sono le disuguaglianze - economica, sociale, di genere - e il cambiamento climatico. Per quanto riguarda il secondo, sia l'Argentina che l'Italia, Stati membri dell'Accordo di Parigi, si sono impegnate a ridurre le emissioni di gas serra. La sfida per il nostro Paese è prepararsi a una transizione ecologica. È importante osservare ciò che l'Unione europea sta facendo in questo senso, in particolare nel settore della transizione energetica, che è anche uno degli obiettivi di sviluppo sostenibile delle Nazioni Unite. Per questo, è essenziale che la cooperazione internazionale faciliti il trasferimento di conoscenza e tecnologia in modo da poterla produrre e trasportare noi stessi in modo sostenibile.

- In che modo la pandemia di coronavirus è collegata al deterioramento dell'ambiente? Quali conseguenze potrebbe avere in futuro?

- Gli specialisti sostengono che esiste una relazione tra il degrado ambientale e l'avanzamento delle malattie zoonotiche. Sembra fuori dubbio che il cambiamento climatico e la distruzione della biodiversità - tra gli altri fattori - favoriscano la migrazione di diversi patogeni. Ma, come sostiene Papa Francesco, il pianeta sta attraversando una crisi che è ecologica e anche sociale. Queste due dimensioni sono inevitabili. E la pandemia è legata anche al social. È improbabile che questo virus si sarebbe diffuso come ha fatto se non fosse stato per il sovraffollamento urbano e il deterioramento dei sistemi sanitari. Mi chiede del futuro e, onestamente, esso dipende dalla presa di coscienza del cambiamento climatico e delle sue conseguenze, che sono state osservabili per molti anni: desertificazione dei suoli, siccità e inondazioni, tra gli altri fenomeni che hanno un impatto diretto nella produzione di cibo. Come sempre, queste conseguenze colpiranno più duramente le popolazioni più vulnerabili. Questo sta già accadendo: nel mondo ci sono più di cinquanta milioni di migranti costretti dal cambiamento climatico e dall'insicurezza alimentare che provoca. Il momento di agire è adesso.

-Come sono i tuoi rapporti con papa Bergoglio?

- Lui è il mio amico. Mi è stato vicino in momenti molto importanti della mia vita e ho sempre avuto i suoi consigli e supporto. È un punto di riferimento. Ma la cosa importante è ciò che Francesco rappresenta per il mondo. È senza dubbio un riferimento morale per tutta l'umanità. Molti leader mondiali lo hanno capito, altri no. Penso che noi argentini lo abbiamo maltrattato, nella nostra frenesia di interpretare tutto ciò che fa o dice alla luce di questioni locali o piccoli interessi. Sta attraversando una grande trasformazione nella Chiesa, ha avviato un processo che presto sarà irreversibile. Come dice lui, il tempo è superiore allo spazio. Credo che questo sia un principio fondamentale per il lavoro cristiano: seminare senza sapere se saremo noi a raccogliere i frutti della nostra semina. -Un amico e noto sacerdote, ora deceduto, don Gallo, mi aveva detto che i precedenti papi non seguivano le orme del Concilio Vaticano II.

Pensa che papa Francesco li segua?

- Non so se ho l'autorità per rispondere a questa domanda. Rispondo da cattolico. Non credo che sia una dichiarazione corretta. Sia Giovanni Paolo II che Benedetto XVI erano figli del Concilio Vaticano II. Ma, naturalmente, ogni pontificato l'ha interpretato a modo suo, senza per questo allontanarsi dalla dottrina. Quello di Francesco è, senza dubbio, un pontificato trasformativo con un marcato messaggio sociale che è al centro delle sue due encicliche.

Torna a Roma come ambasciatore. Quali sono i suoi ricordi e le sue aspettative romane?

- Roma in particolare è una città che amo molto e alla quale, dopo il dottorato a Ferrara, sono tornato più volte per la mia attività accademica. Ho grandi aspettative per quanto riguarda la missione che assumerò a breve. Come ho detto in udienza dinanzi alla commissione per l'accordo del Senato, penso sia giunto il momento di unire le relazioni bilaterali al presente. I forti legami familiari, culturali, sociali e storici che ci uniscono con l'Italia non devono essere motivo di rilassamento ma, al contrario, dovrebbero incoraggiarci a lavorare sodo per dare nuovo impulso al nostro rapporto. L'Argentina ha un'immagine da ricostruire, deve riposizionarsi come attore rilevante nella regione, e per questo deve partire dai suoi punti di forza, come il riconoscimento internazionale della nostra politica sui diritti umani e la ricchezza della nostra cultura.

BREVE CV DELL'AMBASCIATORE ROBERTO CARLÉS

È nato il 17 settembre 1981 nel distretto di Morón, provincia di Buenos Aires. Ha ricevuto una laurea honoris causa dalla Facoltà di Giurisprudenza dell'Università di Buenos Aires, ha un dottorato in Giurisprudenza presso l'Università degli Studi di Ferrara e un dottorato in Scienze Penali presso l'Università di San Carlos de Guatemala. È uno specialista in diritto penale e criminologia. Ha presieduto il Comitato dei Giovani Penalisti dell'Associazione Internazionale di Diritto Penale ed è stato consigliere della Legislatura della Città Autonoma di Buenos Aires e del Senato della Nazione. Fino alla sua nomina ad ambasciatore, ha ricoperto il ruolo di Segretario Legale dell'Ufficio del Procuratore Generale. È segretario dell'Associazione latinoamericana di diritto penale e criminologia. (Edda Cinarelli – traduzione di Salvatore Augello)