“Gemellaggio Leonforte Paraná: Un´ importante pagina di storia”, título del libro que el Profesor Salvatore Rindone escribió en 1991, y que consiste en una detallada, minuciosa y verídica crónica de todos los acontecimiento ocurridos.

Laura Moro (*) El Profesor Salvatore Rindone (allá por fines de la década del 80) supo accidentalmente que un hijo de su hermana emigrada en Argentina en los primeros años del 1900 – y de la cual había perdido todo rastro desde su partida – vivía en Paraná. Este emotivo descubrimiento lo llevó a efectuar repetidas visitas personales a esta ciudad. A la vez, iba descubriendo que otros muchos leonforteses habían fijado sus raíces en Paraná, que gracias a ellos y a lo que conocemos como “las cadenas migratorias” se había establecido en nuestra ciudad una “segunda Leonforte”. Tuve la suerte de conocer personalmente al Profesor Salvatore Rindone y a su esposa. Era un eximio estudioso: pedagogo e historiador, fue también un activo militante político y una figura destacada, admirada y respetada en la sociedad leonfortesa. Cuando presentó en la comuna el proyecto de hermanamiento entre las dos ciudades, (un proyecto ampliamente fundamentado no sólo con razones afectivas, sino políticas e históricas) recibió una respuesta favorable y el engranaje se puso en marcha. Desde Paraná fuimos sus activos colaboradores. La colectividad siciliana de Paraná comprendió y apoyó plenamente ese proyecto, las puertas de la Sociedad Italiana estuvieron abiertas desde el primer momento. Y el entonces intendente de Paraná, Mario Armando Moine, también descendiente de italianos, aseguró – al aceptar ser el firmante de este Hermanamiento – que “acercar de una manera tan íntima la ciudad de Paraná a una ciudad italiana iba a ser un hecho histórico, no sólo por ser el primero, sino porque abría las puertas a otro mundo, a otra cultura”. Y lo que empezó como un deseo, un sueño, un anhelo, se transformó en realidad cuando el 11 de enero de 1991, se firmó el Acuerdo de Hermanamiento. El documento más importante es precisamente el arriba citado libro bilingüe: “Gemellaggio Leonforte – Paraná. Una importante página de historia” escrito por el propio Prof. Rindone. Ese enero de 1991, una importante delegación representó la ciudad de Leonforte, encabezada por el intendente (sindaco) Giuseppe Bonanno. Tuve el honor de ser elegida como traductora simultánea e intérprete, para participar de todos los momentos que se vivieron durante esos días. Voluntaria y gustosamente ejercí mi labor para que los integrantes de la delegación se sintieran cómodos en esta ciudad tan diferente de “su” Leonforte, pero donde encontraron todo el afecto de los descendientes de sus coterráneos emigrados. Aún sin ser de origen siciliano, fui aceptada desde el primer momento como una siciliana más, y esa cercanía continuó durante muchos años, durante los cuales seguí siendo el vehículo de comunicación entre los sucesivos intendentes que se sucedieron en el cargo, tanto acá como allá, y que demostraron su interés en mantener vivo y activo este hermanamiento en el transcurso de estos 30 años. En el marco de ese hermanamiento viajaron a Leonforte el Coro de la Asociación Verdiana y el Cuerpo de Baile que en ese momento dirigía la Prof. Nidia Peltzer, habiendo sido recibidos con todos los honores y viviendo allí experiencias inolvidables, conociendo el corazón mismo de la vida leonfortesa, encontrando en su gente todo el afecto y la calidez que nunca se olvida. También muchas personas de Paraná, ligadas por familia y por afectos viajaron por su cuenta a Leonforte, nuestra ciudad hermana. Y una de las consecuencias más significativa de este hermanamiento fue que la Lic. Gabriella Barbera, doctorada en la Universidad de Enna se estableció en la ciudad de Paraná por un período de más de dos meses para realizar aquí el trabajo de campo de su tesis doctoral. Conoció, visitó y entrevistó a una gran parte de los descendientes de leonfortes que viven aquí. Pasó largas horas de trabajo en los archivos, recuperó infinidad de datos, reconstruyó las cadenas migratorias, se entrevistó con estudiosos, historiadores, docentes, recorrió las distintas instituciones destacadas de nuestra ciudad. Y fue despedida con un acto muy emotivo en la sede del Honorable Concejo Deliberante Municipal. Con ella, la ciudad de Paraná, y la gran comunidad leonfortesa fueron objeto de una tesis doctoral de importancia que mereció una sobresaliente evaluación en su presentación.

AGRADECIMIENTO Y MENSAJE

Quiero hacer público el agradecimiento que siento hacia Leonforte, hacia todas y cada una de las personas que me marcaron de forma indeleble y maravillosa desde que las conocí, expresando un especial homenaje hacia mis amigos del alma, hacia toda la comunidad que no sólo me “adoptó” como una más de ellos, sino que me concedió el enorme honor de distinguirme como “ciudadana honoraria”. Fue allí, en enero de 2005 en un emotivo acto en el cual se celebró el 14° aniversario de la firma del Hermanamiento donde recibí ese alto honor. Y es precisamente como ciudadana honoraria, que me permito dejarles a los jóvenes un mensaje. “Este Hermanamiento es hoy la mejor herencia que pueden recibir los jóvenes descendientes de leonforteses, de sicilianos y de italianos que habitan Paraná. Leonforte es nuestra hermana en Italia, ese hermanamiento está sellado con todas las formalidades necesarias y sigue vigente. Atento a moverse y renacer en cuanto alguien vuelve a querer ponerlo en marcha. Como “hermana”, Leonforte nos recibió siempre con las puertas abiertas, y así seguirá siendo porque hay un pacto de honor que lo asegura, más allá de las personas y las circunstancias de un momento. Las posibilidades que pueden surgir de un hermanamiento de esta naturaleza son infinitas: sólo hay que pensarlas, proponerlas, activarlas. Y al igual que el sueño del Prof. Rindone que un día se convirtió en realidad, otros sueños pueden hacerlo. Hermanos paranaenses, conozcan y amen a su hermana leonfortesa”. Por supuesto que me siento privilegiada por todo lo vivido en este contexto. Haber conocido personas maravillosas, un mundo diferente. A mis “hermanos” leonforteses, también quiero dejarles un mensaje: “Lo que se sella con sangre es imborrable, y los lazos de sangre que unen a nuestras dos ciudades son tan fuertes que sobrevivirán en el tiempo. No sabemos de qué manera y cuándo, pero algún día las nuevas generaciones descubrirán el tesoro que significa este hermanamiento, capaz de unir dos pueblos a través del océano y a través de los acontecimientos de la historia. Y serán protagonistas de un nuevo amanecer. Hermanos leonforteses, conozcan y amen a Paraná”.

(*): Consejera Comités Rosario