Una promesa traicionada

El 10 de diciembre de 1948 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los Estados se comprometieron a “promover el progreso social y elevar el nivel de vida dentro de un concepto más amplio de la libertad” y reconocieron que “los seres humanos sólo

 pueden liberarse del temor y de la miseria, si se crean condiciones en las que todas las personas puedan disfrutar de todos los derechos humanos”.

 Promesa traicionada

 Hoy, 60 años después, mientras lees este mensaje, aún hay personas encarceladas por sus ideas en 45 países de todo el mundo. En Myanmar hay más de 2.100 personas detenidas por motivos políticos y, entre ellas, destaca la presa de conciencia y Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, detenida y bajo arresto la mayor parte de los últimos veinte años. Como ves, la promesa de un mundo en el que todas las personas disfrutan de todos los derechos, sigue siendo traicionada por los Gobiernos del mundo.

Desafío

Con determinación y esperanza como únicas armas, seguiremos trabajando para que Gobiernos, entidades públicas y privadas respeten los derechos humanos y se comprometan en la defensa de su universalidad, indivisibilidad e interdependencia. Para ello, contamos contigo y te animamos a suscribir nuestra petición al Gobierno de Myanmar, para que ponga en libertad a Suu Kyi, y a la comunidad internacional, para que asuma su compromiso con los derechos humanos. Para firmar http://www.es.amnesty.org/60-aniversario-de-la-declaracion-universal-de-ddhh/actua-aung-san-suu-kyi/ Esteban Beltran Direttore - Amnesty International,